domingo, febrero 19, 2006

La caricatura de las elecciones.

Estamos de camapaña electoral. Los personajes son tan interesantes que podríamos construír un Bestiaro que sería la envidia de Borges. El problema más grave de los partidos, que están armando sus listas, era qué hacer con los "extremistas". La derecha está conflictuada por los neofascistas declarados y la izquierda por los que todavía hablan de revolución armada. La izquierda cortó por lo sano y no permitió a un barbudo que pertenece al movimiento trotskista de presentarse. La derecha tomó una actitud más conciliadora y está metiendo por acá y por allá a la nieta de Mussolini y demás amigotes.

Pero hace un par de días pasó algo grave y la cuestión de los extremos quedó atrás. Un ministro, el señor Calderoli, se presentó a una entrevista televisiva con una remera que tenía pintada una de las caricaturas islámicas que tanto se están discutiendo en el mundo. Un comportamiento de éste tipo, a los que convivimos con las bestias políticas que nos gobiernan, no nos sorprende. Calderoli es de la Lega Nord, un partido formado por ignorantes que hablan un poco en dialecto y otro poco en italiano, que a los extranjeros los/nos llaman "negros", que sostienen la "unidad étnica" de Italia del norte, que en el Parlamento Europeo se ponen a cantar consignas, que andan por el mundo con una infaltable corbata verde predicando el racismo.

Su look dió la vuelta al mundo. Un ministro abriéndose la camisa para mostrar el dibujito de Mahoma, gran burla al mundo islámico.
Los islámicos están desde hace días protestando con manifestaciones pacíficas (y alguna que otra quemadita de bandera danesa) contra la ofensa occidental.
Calderoli agregó un poco de nafta al fuego. Así que en Libia se fueron a protestar a la embajada italiana. Se armó lío y murieron más de una decena de personas.
¿Por qué en la embajada de Libia y no en la de otro país? Porque los libios los conocen bien a los italianos gracias al colonialismo.
Las caricaturas, la actitud burlona de los gobernantes y la reacción del ex-colonizado no son casuales.
A mí las caricaturas me enojaron mucho. Como me enojan todos los actos de superioridad del mundo occidental. La reacción furiosa de los libios tendrían que hacernos pensar que lo que hoy se defiende con frases como "libertad de prensa" no es más que un acto de soberbia. Defender los valores de occidente como los únicos "legítimos", "civilizados", "avanzados" fue la justificación ideológica del colonialismo primero y, camufanda de "desarrollo", del imperialismo.

Quizás sea hora de admitir que no podemos comprender del todo al Otro, porque su cosmovisión es diferente de la nuestra. Hay que reconocer la existencia de lugares oscuros a los que nunca vamos a poder acceder. Los que no somos islámicos no podemos por ejemplo comprender que un ícono sea un sacrilegio. Tenemos que respetar esos lugares inaccecibles. Es el único modo para que pueda nacer el diálogo.
Occidente, antes de ponerse a juzgar el "incivismo" del Otro, tendría que mirar su propia historia de barbaries, sus irracionalidades. ¿O creen que desde la mirada del Otro muchas de las cosas que hacemos o en las que creemos tienen lógica?

Y así está Italia. Con las Bestias políticas en plena labor. Con un país que más que nunca corre peligro de atentados. Con la gripe aviar en aguato. Con Berlusconi que tuvo que pedirle perdón a Ghedaffi. Perdón por los chistes de Calderoli, de las décadas de colonialismo no se habla porque era en nombre de la "civilización".
The WeatherPixie