martes, junio 19, 2007

Libertad libertad.

Vi una de las mejores películas de los últimos tiempos: "La vida de los otros". Es alemana, construida con la exactitud, con los tiempos necesarios para que los personajes tomen espesor, con las mejores enseñanzas de los clásicos, limpia de las modas. Y quizás por esto último una película libre. Me quedé contenta, como me pasa cada (rara) vez que veo buen cine. Me quedé lagrimeando por un montón de motivos que tienen que ver, supongo, con lo que
todavía nos queda de humanos. Me quedé pensando en la libertad.
En Alemania del Este, donde viven los personajes de "La vida de los otros", no había libertad.

¿Hay libertad en algún lado?

El otro día un grupo de adolescentes, dieciocho y diecinueve años, me pidieron que les sacara una foto. Son chicos que conozco bastante: inteligentes, educados, adinerados, estudiosos, guapos. Me colgaron máquinas digitales en los brazos y se pusieron en pose. Observándolos por algunos minutos noté que más de la mitad, no exagero, tenía los mismos idénticos lentes de sol, un modelo Ray-Ban que recuerda los años ochenta. Luego, curiosa, pregunté por esta cosa de los lentes. Me enteré que la mitad que no los tenía los había olvidado en casa o pensaba comprárselos.
- ¿Se dieron cuenta que todos tienen los mismos lentes?
- Sí, es que son lindos.
- ¿A todos les parecen lindos?
- Sí, son preciosos
- ¿No les resulta sospechoso que todos tengan el mismo gusto?
- ...

Luc Ferry, el filósofo y político francés, decía el otro día en El País de Madrid:
"La primera globalización, la de la ciencia moderna, quería comprender el mundo para dominarlo. Con dos metas: ser más libres y más felices. La globalización actual no tiene un objetivo superior, sólo sigue la lógica del mercado, donde la competencia es un fin en sí mismo. Si un programa de televisión no tiene audiencia, desaparece. Nuestros móviles pesan menos pero nosotros no somos más felices. Avanzamos sin saber adónde y, además, no controlamos el proceso."

O sea, no somos libres. Y quizás creerse libre sea más grave que no ser libre. Esto lo dice un filósofo iluminado y genial como Žižec. Dice que en un totalitarismo sabemos que no tenemos libertad, sabemos quién nos quita la libertad y ante quién debemos revelarnos. De alguna manera hay cierta libertad. En cambio, en estas sociedades capitalistas y globalizadas vivimos una aparente libertad.
Probablemente los chinos comunistas uniformados de azul eran más libres que estos adolescentes del primer mundo convencidos de su libre elección.
The WeatherPixie